Jornada 2023:

Las diferentes Realidades en Salud y Enfermedad

Resumen de la contribución:

¿Enfermedad como desajuste con la realidad?

Alvaro Daschner

(Servicio de Alergia, IIS- Hospital Universitario de la Princesa, Madrid)

Cada organismo tiene una teoría sobre su entorno. Esto es válido para cada especie diferente, pero aquí interesa también que cada individuo entra en el mundo con unas expectativas diferentes. En un sentido popperiano, un organismo (y por ende un individuo humano) representa una hipótesis provisional sobre la realidad que le rodea. Si no se cumplen las expectativas, en el extremo el organismo perece y la hipótesis planteada es falsada. Pero en este continuo entre el nacimiento y la muerte, existen situaciones, en las que el organismo debe adaptarse para sobrevivir y muchas de estas adaptaciones cursan con lo que el organismo percibe como enfermedad. Ésta nos indica que existe algún problema con la concepción de la realidad (desajuste) y nos obligaría a actuar para sobrevivir. Si estamos expuestos a un agente infeccioso, éste podrá en un extremo matarnos, si por ejemplo no hemos sido capaces de montar una respuesta inmune adecuada. En este caso, nuestra preparación genética y adaptaciones previas durante la vida no han sido suficientes para sobrevivir a la realidad del agente infeccioso. Morimos tras enfermedad. También podemos contraer enfermedad infecciosa y sobrevivir y la enfermedad ser la manifestación del daño del agente infeccioso y/o de la propia respuesta inmune (perspectiva evolutiva). Se plantearán otros ejemplos de enfermedad sin dejar fuera nuestra percepción consciente del mundo que nos rodea y nuestra conducta que podría ser estimulada precisamente por la enfermedad.

Esta visión de enfermedad y argumentación plantean la existencia de una realidad (externa) hipotética, además de la necesaria relación con el entorno o «Umwelt» según Uexküll. La enfermedad se manifiesta como un estado diferente al previo del organismo en su conjunto, que además es puente a un tercero. En un sentido biológico y científico, estamos adaptados (como especie) a nuestro entorno, pero a nivel individual este hecho no siempre se cumple. La enfermedad debería ser sólo la excepción, pero el entorno creado por el hombre cambia más rápidamente que nuestra capacidad de adaptación.
En un intento más subjetivo de interpretación, también podemos interpretar la enfermedad como un alto en nuestra vida y su realidad que hemos moldeado. Hacemos decisiones basadas en hipótesis, más o menos conscientemente, y éstas pueden fallar: entonces debemos desechar las expectativas y adaptarnos cambiando nuestros objetivos. Ante este enfoque, la enfermedad no es sólo algo que ocurre de modo fortuito o predecible científicamente. También sería capaz de tener un sentido personal para cada individuo en cada momento.