XI. Ciclo de Seminarios 2024

Filosofía, Evolución y Salud

Martes 12 de noviembre 2024, 16 a 19 horas

Aula 5, Hospital Universitario de la Princesa,

Madrid

Enfermar: ¿No sólo un defecto?

Presentaciones durante el seminario:

 

Organismo versus máquina

(Laura Nuño de la Rosa, filósofa)

 

Homeostasis y alostasis

(Sari Arponen, médica)

 

¿Es «Vis medicatrix naturae» una falacia?

(Alvaro Daschner, médico)

 

Enfermar: ¿No sólo un defecto?

Coordinador: Alvaro Daschner

 

En la Medicina Evolutiva los síntomas (ante el ejemplo de un posible contacto patógeno) se analizan bien como defecto o como defensa. Un estado de defensa requiere recursos adicionales y por ello sólo se activa en caso de necesidad percibida, pero aún así el principio del detector de humos establece de modo general que la mayoría de reacciones de defensa serían innecesarias. Estas consideraciones sitúan al médico en el dilema de tratar o no tratar los síntomas o de tratar o no tratar al patógeno putativo.

Se pueden establecer situaciones análogas, en las que el organismo se encuentra ante otros retos ambientales o peligros potenciales, y los estados de defensa o intentos de adaptación pueden ser percibidos como síntomas. Varios sistemas fisiológicos (bioquímicos, endocrinológicos, inmunológicos) o conductuales están diseñados para el auto-mantenimiento del organismo, y para ello cada rasgo se mueve entre valores regulados, que se autoajustan ante cambios, lo que se conoce como homeostasis. La mayoría de ellos tienen un funcionamiento «silencioso» en el día a día, pero en algunas situaciones los síntomas pueden dar cuenta del uso aumentado de recursos necesarios en tales tareas o indicar un desequilibrio entre los recursos disponibles y los necesitados. La alostasis se concibe como un mecanismo adaptativo de orden superior, ante la necesidad del organismo para cambiar los puntos de estabilidad, es decir se cambian los parámetros homeostáticos, y ello puede igualmente estar asociado a la aparición de síntomas o asociarse con enfermedad futura.

De modo que los síntomas o un conjunto de síntomas no son necesariamente equivalentes a enfermedad, pero siguiendo planteando analogías, se puede incluso plantear determinadas enfermedades como intentos de reajuste adaptativo con fines superiores, el último siendo el mantenimiento de la vida o, en un intento de explicación evolutiva, la eficacia biológica.

Estos mecanismos se entienden como aquellos automatismos o fenómenos sensibles asociados al propio concepto de organismo, que en sus diferentes vertientes definitorias suele incluir las características de auto-regulación, auto-construcción y auto-mantenimiento, o dicho de modo más general, por aquellas propiedades que le facilitan persistir. No obstante, aunque se podría deducir de tales propiedades cierto componente de auto-reparación o tendencias a la auto-curación, esto no significa que el mantenimiento de la autonomía del organismo o su auto-regulación se asocien necesariamente con «salud» o nuestro deseo de bienestar. Difícil es entonces aplicar el aforismo natura sanat medicus curat.

El dilema del médico se ve aún más acentuado en nuestros tiempos, en los que los sujetos con síntomas acuden cada vez más precozmente a buscar ayuda médica y en la que el médico podría sentirse forzado a una actitud más bien pro-activa. La distinción entre defecto o defensa tiene importancia para otras interpretaciones: ¿Los síntomas son fruto de una situación pasajera o denotan ya una situación irreversible? ¿Se debe intentar todo lo posible para una restitutio ad integrum? ¿Qué significan los síntomas o la enfermedad de ahora para el futuro del organismo? o ¿Se debe aceptar lo que Viktor von Weizsäcker denomina cambio funcional (Funktionswandel), considerando, que la propia enfermedad se asocia y guía a una nueva situación de equilibrio funcional? Son sólo algunas cuestiones que se esconden detrás de una adecuada valoración de síntomas o enfermedades.

Así, este seminario no plantea sólo los dilemas de tratar, no tratar o cuando tratar, sino quiere proponer un debate acerca de la cuestión, si deberíamos devolver a cada sujeto también la capacidad de decidir, en qué momento y con qué expectativa debería comenzar a buscar ayuda a profesionales de las Ciencias de la Salud.