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Jornada 2023:
Las diferentes Realidades en Salud y Enfermedad
Resumen de la contribución:
Jóvenes y Redes Sociales
Manuel Faraco Favieres
(Director del Centro ADALMED, Madrid)
Denominamos “Redes Sociales” habitualmente al servicio que nos ofrecen disitintas empresas o plataformas tecnológicas que permiten la creación de comunidades cuyos miembros se comunican de forma instantánea. Las primeras de estas empresas surgen a mediados de los 90 (Classmates, SixDegrees) pero alcanzan un desarrollo más significativo en la primera década de 2000 (LinkedIn, Facebook, YouTube, X antes Twitter…) Estas compañías ejercen una influencia creciente en nuestras vidas, que se dispara con el uso masivo del Smartphone desde finales del 2000 al extender la fácil accesibilidad a las 24 horas del día.
La adolescencia es un período complicado para el desarrollo de nuestro cerebro y la consecuente personalidad. En esta etapa, la influencia del entorno social es máxima por la búsqueda de nuevas referencias para que el individuo se defina como algo distinto a la familia de la que procede. Las Redes Sociales configuran un nuevo espacio relacional con un especial impacto en el cerebro en formación de niños y adolescentes. Este campo tiene un escaso y difícil control en la actualidad por parte de progenitores y del resto de la sociedad.
Esta conectividad masiva tiene sus beneficios incuestionables. Sin embargo, estudios recientes revelan datos preocupantes sobre el efecto negativo que tiene el uso de las redes en la adolescencia y juventud. Uno de ellos cuantifica el promedio de impactos por redes sociales que puede tener desde su smartphone el grupo de edad entre los 11 y 17 años en más de 250 al día, muchos de ellos en horas lectivas y otras en supuesto sueño. Otros muchos vinculan a este consumo masivo de redes el crecimiento de la tasa de suicidios, autolesiones y varias enfermedades mentales, como la Depresión y los Trastornos de la Conducta Alimentaria, sobre todo en chicas.
La comprensión de este importante fenómeno es un primer paso para poder atajar este desastre que tenemos que afrontar desde los desbordados dispositivos clínicos asistenciales y que sufren una gran cantidad de individuos y familias. En esta conferencia intentaré desarrollar brevemente el concepto evolucionista de “hipersociabilidad” del cerebro humano que provoca la máxima vulnerabilidad al abuso de redes sociales. Nuestro cerebro no ha sido aún modificado por la selección natural para poder hacer frente a este importante cambio en nuestro entorno y esto genera nuevas patologías y mayor incidencia de algunas ya existentes.
Un segundo paso de mayor importancia es proponer legislaciones concretas de regulación en el uso de estas redes, sobre todo dirigidas a proteger la Salud Mental de los niños y adolescentes. La diferencia sentida entre los conceptos “espacio virtual” y “espacio físico” genera una confusión que se emplea para escapar de una normativa que de otra forma sería inmediata.
Desde esta conferencia-coloquio propondré una sencilla medida que podría mejorar notablemente esta situación aunque a costa de disminuir el volumen de negocio de las empresas de Redes Sociales. Esta disposición también confronta en cierta medida con el discurso de las libertades tan relevante en nuestra sociedad actual. Consideramos que estas empresas maximizan sus beneficios sin querer tomar medidas efectivas para minimizar el daño que causan en la salud mental infantojuvenil.
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